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ESTRÁBICA ARMONÍA

Colectivo GòticSur está formado por Montserrat Clausells y Manolo García. Ambos pintores naturales de Barcelona, y él, además, músico y poeta. 

 

Reunidos en un mismo estudio en el centro histórico del Barrio Gótico de la ciudad, rodeados de iglesias y catedrales y a cinco minutos del mar, los dos creativos se han dedicado tiempo, libertad y horas tranquilas para una inusual experiencia: fusión pictórica en un mismo territorio. 

 

Una obra de arte a cuatro manos implica la decisión deliberada, consciente, de ambos creadores, de ponerse al servicio del otro. Un servicio no entendido como una limitación, sino todo lo contrario, como el máximo ejercicio de libertad creadora, pues el nuevo espacio creativo implica un nuevo comienzo. Cuando dos artistas plásticos plasman en una tela sus anhelos, su inspiración, sabiendo que el otro puede modificar y transgredir aquello que previamente ha hecho el otro, se genera inevitablemente un nuevo espacio artístico y, con él, nuevos horizontes creativos. 

Este ejercicio de desprendimiento, de des-individualización, es un acto de libertad para con uno mismo, y así, para con el mundo. 

 

Así pues, el artista se libera de unas etiquetas adquiridas tanto por las expectativas generadas por la gente, como por las que el propio artista ejerce sobre uno mismo. El público afín a un artista dificilmente espera una transgresión de este estilo. Pero los artistas geniales han sido capaces de superar el “miedo escénico” reiteradamente, cada vez que han tomado nuevos caminos estilísticos, cada vez que han hallado nuevos procedimientos…(con Montse y Manolo evocábamos el recuerdo de Picasso y Braque coincidiendo en el entusiasmo creativo de pegar un recorte de hoja de periódico en un lienzo, en su descubrimiento de la técnica del collage). 

Esta colección nos ofrece un recorrido pausado, a tiempo lento, por los caminos de los sueños, de la imaginación, que se eleva hasta desaparecer del propio mapa, del espacio delimitado. Es una tentativa de hacer posible lo imposible, en una serie de más de 15 obras hechas conjuntamente, acompañadas de otras tantas individuales. 

 

¿Habrán tenido algo que ver las velas encendidas por ambos artistas en la basílica de Santa María del Mar a San Lucas Evangelista, el patrono de pintores, notarios, doctores y cerveceros? 

Rituales aparte, este es también un encuentro que también da pie a recuperar las palabras del poeta catalán Joan Brossa, hablando de sus encuentros con el pintor Joan Ponç: “Yo fui amigo de Joan Ponç. Nos veíamos a diario y muy a menudo Joan pintaba lo que yo había escrito unas horas antes: había afinidad. La colaboración de pintores y poetas solo tiene sentido entre personas de un mismo voltaje que actúan con independencia y que coinciden no en el cocinar sino en la llama del fuego”.* 

 

En el caso que nos ocupa, nos encontramos con la colaboración por primera vez de dos artistas de estilos muy diferentes, pero que se revelan complementarios. La casi abstracción espacial de los vacíos de Montse Clausells se llena del fantástico mundo figurativo de Manolo García. Y, a la vez, las fronteras se difuminan y los artistas llegan, en ocasiones, a mimetizarse, generando, como decíamos, un nuevo espacio artístico, una nueva y poética armonía creativa.                            

Esa “recóndita armonía” (o estrábica, según se mire...) como dice el pintor Cavaradossi al inicio de la Tosca de Puccini, que se esconde detrás de las “diversas bellezas” en la que “el arte, en su misterio, funde las dos bellezas y las confunde…”. 

MERCEDES CONDE PONS

Historiadorda de Arte y musicóloga

Directora de la “ Revista Musical Catalana “ 

Publicación de la Fundación Orfeó Català –Palau de la Música Catalana

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