Montse Clausells llega a Bhaktapur, pequeña joya del valle de Katmandú, patrimonio de la humanidad por su riqueza arquitectónica.Empieza su experiencia en Ásia.Poco a poco atraviesa el espejo para adentratse en un mundo en donde el tiempo tiene otro ritmo, donde el entorno tiene otros sonidos, en donde los colores y las texturas han cambiado de gama,en donde el arte tiene otra simbología.Durante sus dos meses de estancia, Montse descubre una forma de vida sin prisa, una gente cálida y rica interiormente,tiempo para hablar,para mirar, para sentir,para reflexionar, otros valores,otras prioridades.Rodeada de un escenario de templos, estupas y dioses que se acercan al ser humano y son parte de su vida cotidiana.,imparte abstracción a sus alumnos de la facultat de Bellas Artes y a cambio recibe “una nueva forma de mirar”.En esta obra reciente, producto de su estancia en Bhaktapur,la arquitectura, tan presente en la etapa anterior, pasa a un segundo plano, los colores se hacen más calidos, el rojo se impone y sus blancos se llenan se nuevos matices.En sus misteriosos nocturnos se reconocen los perfiles de esta ciudad mágica, en donde todo se difumina al desaparecer el Sol en los Himalayas.